Narbona, la histórica ciudad del sur de Francia, está rodeada de pintorescos pueblos que merece la pena explorar. Si vas a visitar la ciudad y buscas otros lugares para explorar, te sorprenderás con la cantidad de pueblos bonitos cerca de Narbona, que merecen ser conocidos.
Cada uno de ellos ofrece una mezcla única de historia, cultura y naturaleza que te permitirá desconectar y disfrutar de la auténtica belleza de Occitania. Aquí te presentamos 10 pueblos bonitos cerca de Narbona que no puedes dejar de visitar.
Si todavía no sabes cuáles son los lugares más interesantes que tienes que ver en Narbona, no dudes en leer nuestro post:
Qué ver en Narbonne (Narbona) y alrededores💡 SEGURO DE VIAJE
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Indice de la página
Nuestra selección de pueblos bonitos cerca de Narbona
Gruissan
Gruissan es uno de los destinos más bonitos de la zona, ubicado a tan solo 15 kilómetros de Narbona. Este pueblo costero es famoso por algunas de sus casas construidas sobre pilotes, que parecen flotar en el agua. Y, por la imponente Torre Barberousse, una antigua torre de defensa desde donde puedes disfrutar de vistas panorámicas del mar Mediterráneo y los estanques de alrededor. Recorrer Gruissan te da la oportunidad de observar la insólita arquitectura del pueblo, caracterizada por su forma circular.
Gruissan es también conocido por sus salinas que son un espectáculo único con sus colores cambiantes según las estaciones que, además, es un excelente lugar para la observación de aves.
Si eres amante de la gastronomía, allí podrás probar productos locales como la flor de sal o las ostras cultivadas en la región. Este pueblo es ideal tanto para los amantes de la naturaleza como para quienes buscan disfrutar de la vida costera.
Si vas a visitar Carcasona y no dispones de coche, desde allí parte una excursión privada a Gruissan y Lagrasse, del que luego te hablaré, para que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar.
Bages
Situado a unos 10 kilómetros al sur de Narbona, Bages es un pequeño pueblo de pescadores que ofrece unas vistas impresionantes sobre el estanque de Bages-Sigean, un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza. Este tranquilo pueblo está rodeado de salinas y pantanos, lo que lo convierte en un paraíso para quienes disfrutan de la observación de aves y los paseos al aire libre.
El paseo por las orillas del estanque te permitirá descubrir un paisaje que cambia con las estaciones, brindando diferentes colores y texturas, que te resultará muy relajante. Bages es un lugar ideal para una escapada de fin de semana o una visita corta en busca de paz y serenidad.
Peyriac-de-Mer
A tan solo 14 kilómetros de Narbona, Peyriac-de-Mer es otro de esos pequeños pueblos que parecen sacados de un cuento. Rodeado de naturaleza virgen, ofrece un marco idílico para los amantes de la flora y la fauna. Los estanques de Doul y Bages-Sigean, que rodean el pueblo, son un refugio para muchas aves migratorias, por lo que Peyriac-de-Mer es ideal para la observación de aves.
Los paseos sobre las antiguas pasarelas o pontons de madera que atraviesan los estanques, son uno de los grandes atractivos de este lugar, ofreciendo vistas espectaculares y un ambiente de tranquilidad absoluta. Durante tu paseo, seguro que te cruzarás con flamencos rosas, la especie emblemática de este insólito lugar. Es también una parada ideal para quienes disfrutan de la fotografía de paisajes.
Y no dudes en dirigirte al corazón del pueblo para conocer su patrimonio. Una bonita plaza y encantadoras callejuelas con casas de coloridas fachadas, confieren al lugar todo su carácter.
La Palme
Aunque La Palme es conocido por su playa salvaje y sus salinas, el pueblo medieval también merece una visita. Fue una antigua villa fortificada, que todavía conserva vestigios de ese pasado, como las antiguas puertas de la ciudad y la Torre del Reloj. Otros monumentos que no te puedes perder en tu recorrido por La Palme son la Iglesia de San Juan, los lavaderos de Païcherasse y la Puerta de la Barbacana.
A las afueras del pueblo, entre viñedos y matorrales, se encuentra la Capilla de San Pancracio, un lugar cercano a la famosa Vía Domitia.
Durante un paseo por los alrededores, es posible que te cruces con los Capitelles des Carriers, pequeños refugios de piedra seca que forman parte del encanto local.
Leucate
Leucate es conocido por su mezcla perfecta de playas y un encantador casco antiguo. Situado a unos 35 minutos de Narbona, este pueblo costero es un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos, especialmente el windsurf y el kitesurf, gracias a sus vientos fuertes y constantes. Además, el Cap Leucate ofrece unas vistas espectaculares sobre el Mediterráneo y es un lugar perfecto para una caminata.
El casco antiguo de Leucate tiene ese toque mediterráneo encantador, con calles estrechas y coloridas casas de piedra. Además, en sus alrededores podrás disfrutar de una gastronomía local basada en productos frescos del mar.
Bizanet
En pleno corazón del macizo de Fontfroide, a unos 15 kilómetros de Narbona, se encuentra Bizanet, un pequeño pueblo rodeado de viñedos. Es el lugar perfecto si buscas escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad de un entorno rural. Bizanet es famoso por su proximidad a la Abadía de Fontfroide, una de las abadías más grandes y mejor conservadas de Europa.
Este es un lugar ideal para los amantes del vino, ya que la región cuenta con varios viñedos y bodegas que ofrecen degustaciones de vinos locales. Además, las rutas de senderismo alrededor del macizo te permitirán disfrutar de paisajes naturales únicos.
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Lagrasse
Declarado como uno de los «pueblos más bonitos de Francia», Lagrasse es un destino que no te puedes perder si te interesa la historia medieval. Se encuentra ubicado en el fondo de un valle, a solo 40 minutos de Narbona.
Destaca por su abadía benedictina, la Abadía de Santa María de Lagrasse (Abbaye Canoniale Sainte-Marie de Lagrasse), una joya arquitectónica que data del siglo VIII. La abadía, declarada monumento histórico, es una auténtica joya de la arquitectura románica y acoge regularmente exposiciones y actos culturales.
Además de la abadía, el pueblo ofrece un laberinto de calles empedradas, llenas de casas medievales bien conservadas, muchas de ellas declaradas monumentos históricos. Explorar Lagrasse también te brinda la oportunidad de recorrer encantadores comercios locales y conocer el trabajo de los artesanos en sus pequeños talleres de artesanía. Podrás llevarte exquisitos productos regionales directamente de sus puestos o visitando Les Halles los sábados por la mañana, donde se celebra un mercado único con un ambiente cálido y acogedor.
El Puente Viejo sobre el río Orbieu es otro de los grandes atractivos de Lagrasse, ya que ofrece una imagen de postal, que es la que abre este post. Es un pueblo ideal para perderse entre sus callejuelas y disfrutar de la tranquilidad.
Alet-les-Bains
Aunque Alet-les-Bains es uno de los pueblos más alejados de Narbona, recorrer los 90 km que lo separan merece totalmente la pena. Alet-les-Bains se encuentra ubicado en el valle del Aude, rodeado de verdes colinas y atravesado por el río Aude. Es un pueblo repleto de encanto que destaca por sus aguas termales y su rica historia. Conocido desde la época romana por sus propiedades curativas, este pequeño pueblo balneario es el lugar ideal para relajarse en un entorno natural único. El pueblo conserva numerosas huellas de esta época, como las termas romanas.
Además de sus aguas termales, Alet-les-Bains cuenta con un fascinante casco medieval, donde se pueden ver las románticas ruinas de una antigua abadía benedictina, fundada en el siglo IX, y casas de entramado de madera que datan del siglo XIII.
Caunes-Minervois
Situado a unos 45 km de Narbona, Caunes-Minervois es un encantador pueblo situado a los pies de la legendaria Montaña Negra, conocido por sus canteras de mármol rojo, explotadas desde la época romana y utilizadas en monumentos tan icónicos como el Palacio de Versalles o el Louvre.
El pueblo posee un rico patrimonio, con su abadía benedictina, su claustro románico y su arquitectura medieval. Además de su riqueza histórica, este pueblo es ideal para los amantes del arte, gracias a las numerosas galerías y talleres de artesanía que encontrarás en sus callejuelas.
Aprovecha para explorar las rutas de senderismo de la Montaña Negra y descubrir los paisajes salvajes y vírgenes de la región.
Minerve
A poco más de 30 km de Narbona, se encuentra Minerve, catalogado como uno de los «pueblos más bonitos de Francia». Minerve atrae cada año a numerosos visitantes, por su importancia histórica, ya que fue uno de los bastiones de los cátaros durante el siglo XIII. En 1210, el pueblo fue escenario de un sangriento asedio durante la Cruzada Albigense. Los vestigios de este tumultuoso periodo aún pueden verse hoy en día, sobre todo las murallas y las ruinas del castillo. También podrás visitar la iglesia románica de Saint-Étienne, del siglo XII, y el Museo Hurepel, que recorre la historia del pueblo y del catarismo con escenas en miniatura.
Su ubicación en una meseta calcárea, por encima de un cañón donde se juntan los ríos Cesse y Brian, le otorga un aire dramático y pintoresco que te dejará con la boca abierta. Es un lugar ideal para practicar senderismo y observar la fauna local.
El Puente Natural, una formación rocosa creada por la erosión del río, es uno de los principales puntos de interés del lugar. Además, su pequeño casco histórico está lleno de callejones encantadores que te transportarán al pasado. Si eres amante de la historia medieval, este es tu destino.
Mapa de los pueblos más bonitos en los alrededores de Narbonne
Nuestras recomendaciones para visitar estos pueblos cercanos a Narbona
Si buscas alojamiento en la zona lo mejor es hacerlo en Narbona, ya que encontrarás más oferta que en estos pueblos que son más pequeños. Hemos visitado esta zona varias veces, así que si necesitas alguna recomendación, aquí te dejo los alojamientos que más nos han gustado.
🛏 NUESTRA RECOMENDACIÓN PARA DORMIR EN NARBONNE
Te recomendamos el Hôtel Le C – Boutique Hôtel, un encantador hotel boutique con una decoración elegante, ubicado en una zona céntrica, a solo 600 metros de la Catedral de Narbona. Es un lugar tranquilo, muy limpio, con habitaciones cómodas y acogedoras. Además, cuenta con parking, lo que es ideal si planeas visitar estos pueblos en coche (se recomienda reservar con antelación).
Otra excelente opción es el Ile du Gua Suites, situado un poco más lejos del centro, en una zona tranquila junto al Canal de la Robine. Las habitaciones tipo suite son amplias y están equipadas con bañera de hidromasaje, una agradable terraza y una pequeña cocina. También ofrece parking cubierto gratuito para mayor comodidad.
Para visitar estos pueblos bonitos cerca de Narbona te recomiendo alquilar un coche, ya que utilizar el transporte público en esta zona es bastante complicado.
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Aprovecha tu estancia para visitar otras joyas de los alrededores de Narbona, como la Abadía de Fontfroide, la famosa Cité de Carcassonne, Beziers y otros muchos tesoros de la región de Aude. No dudes en planificar tu próxima aventura por Occitania visitando estos tesoros escondidos.
