Qué ver en ARLÉS, Francia: la ciudad que inspiró a Van Gogh

Si vas a viajar a la Provenza francesa no puedes perderte los lugares tan impresionantes que hay que ver en Arlés, una de las ciudades más visitadas de esta zona, por sus interesantes monumentos romanos.

Arlés es una ciudad situada en Francia, en el delta del Ródano, al oeste del departamento de Bouches-du-Rhône (Bocas del Ródano), en la Región de Provenza-Alpes-Costa Azul, a 74 km de Marsella.

Es, con diferencia, el municipio más extenso de Francia continental, su superficie es ¡siete veces mayor que la de París! ¡Quién lo iba a decir! Y es que abarca gran parte de la Camarga, de la cual es su capital.

Pero, por lo que Arlés es más famosa, es por su espléndido patrimonio romano y románico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De hecho, Arlés es una de las ciudades más ricas de Francia en monumentos antiguos, por eso, a veces se la conoce como la “pequeña Roma”.

Si a esto le añadimos sus callejuelas pintorescas, su ambiente provenzal, el recuerdo de la estancia de Vincent Van Gogh en la ciudad y el Parque Nacional de la Camarga (un paraíso para los amantes de la naturaleza), comprobarás que es una de las ciudades imprescindibles para visitar en la Provenza.

Se puede ver Arlés fácilmente en un día, a pesar de sus numerosos monumentos, ya que la mayor parte de ellos están agrupados en su centro histórico, que es peatonal, por lo que es ideal para recorrerlo a pie.

La gran importancia de la capital de la Camarga está estrechamente ligada al río Ródano, que le ha permitido prosperar gracias al control de sus aguas. Es muy agradable pasear por sus orillas, que rodean una parte del centro histórico de Arlés.

Para ayudarte a preparar tu visita, he preparado esta guía de las mejores cosas que ver en Arlés.

Un poco de historia de Arlés

Arlés es un destino lleno de historia. Esta ciudad francesa fue fundada en el siglo VI a.C. por los griegos, que le dieron el nombre de Theline, y conquistada sucesivamente por los celtas, que la renombraron como Arelate y, luego por los romanos en el 123 a.C.

En la segunda mitad del siglo I a.C. Julio César transfiere a Arelate buena parte de las posesiones de Massalia (la actual Marsella), como agradecimiento por su apoyo en la guerra contra Pompeyo y, la ciudad recibe el título de colonia, una distinción especial que permitía el asentamiento de legionarios veteranos, ya retirados. Gracias a ello, la ciudad fue dotada de grandes monumentos y edificios construidos para el placer de sus ciudadanos (teatros, baños, circos..).

Durante 400 años, la colonia Ivlia Paterna Arelatensivn Sextanorvm, fue una de las colonias más importantes de la Galia. Su mejor momento fue a finales del siglo V, cuando Constantino el Grande la consideró su favorita, dotándola de nuevos edificios como las famosas Termas de Constantino.

Durante la Edad Media tuvo gran relevancia por su puerto sobre el río Ródano y, por ser un punto estratégico de varias rutas comerciales y, sobre todo, de la ruta jacobea, destacando monumentos como la catedral de Saint Trophime que no puedes perderte si vienes a visitar Arlés.

Lo más curioso de ese periodo, es que Arlés fue la capital de un reino independiente, llamado Reino de Arlés, cuyos dominios iban desde la actual Marsella hasta los Alpes. Este reino estuvo vigente durante casi 100 años, hasta que en 1032 se integró en el Sacro Imperio Romano Germánico.

Mapa de lugares imprescindibles que ver en Arlés

Para ayudarte a visualizar un poco mejor la ciudad, he elaborado un plano turístico en el que aparecen los lugares que ver en Arlés de los que hablo en este post. Puedes ver la leyenda del mapa haciendo clic en el botón de la parte superior izquierda con una flechita.

Qué ver en Arlés

Los monumentos imprescindibles que tienes que ver en Arlés son aquellos que corresponden a su época romana, todos ellos incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si no quieres visitar Arlés por tu cuenta y dispones de poco tiempo, tienes disponible una visita privada a Arlés de dos horas con un guía profesional.

El Anfiteatro o Arenas de Arlés

No puedes ir a Arlés sin visitar su impresionante anfiteatro romano, ¡Que se inspiró en el Coliseo de Roma! Esta inmensa estructura fue construida hacia el 80 d.C. y, se cree que podía albergar hasta 21.000 personas, que acudían para ver los combates de gladiadores y las carreras de cuadrigas, que se celebraban en la época romana. Las Arenas de Arlés son algo más grandes que las de Nîmes, que también son impresionantes.

Durante la Edad Media, la inseguridad se extendió por Occidente, por lo que decidieron convertir las Arenas en una fortaleza militar, a la que se añadieron cuatro torres defensivas. En su interior se construyeron más de 200 casas y dos capillas, utilizando las piedras del anfiteatro, para proteger a los habitantes de la ciudad.

Esta transformación desfiguró el edificio, pero paradójicamente, esto ayudó a preservarlo de la destrucción durante los siglos posteriores. A partir de 1825 se comenzó a restaurar para devolverle su aspecto original, con sus 120 arcos en dos niveles.

Hoy en día, el estado de conservación del Anfiteatro de Arlés es asombroso, y atrae a multitud de visitantes, de hecho, es el monumento más visitado de Arlés.

Actualmente continúa acogiendo muchos espectáculos, desde corridas de toros hasta conciertos y representaciones teatrales durante el Festival de Arelate de verano ¡una experiencia increíble!

El Teatro romano de Arlés

Otro de los lugares imprescindibles que ver en Arlés es su antiguo Teatro Romano.

Construido a finales del siglo I a.C., el teatro tenía capacidad para 10.000 espectadores, que acudían para disfrutar de obras cómicas o trágicas, en honor de los dioses.

Mide 102 metros de diámetro y se construyó sobre un pórtico exterior de 27 arcos. Tras la caída de Roma, sus piedras se explotaron para construir las casas vecinas, antes de que desapareciera del paisaje. El antiguo teatro fue excavado y restaurado en 1827. Tan sólo se conserva uno de los arcos del pórtico exterior, dos columnas corintias de mármol conocidas como las «dos viudas«, que estaban en el escenario y, 33 gradas con su bello encanto aún intacto.

La mayoría de las estatuas que se encontraron en las excavaciones se conservan actualmente en el Museo Departamental de la Antigua Arlés , como una estatua de Augusto de más de 3 metros y, la más famosa, la Venus de Arlés, que se encuentra en el Museo del Louvre.

Se continuó restaurando hasta 2004, cuando fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto al anfiteatro y el resto de los monumentos romanos de Arlés.

Durante los meses de verano se organizan espectáculos al aire libre y acoge varios festivales a lo largo del año.

Te aconsejo que realices una visita guiada, imprescindible para hacerte una idea de la importancia de estos edificios públicos en la antigua Roma, descubrirás un pedazo único e inolvidable de la historia romana en el Teatro Romano de Arlés.

Los Criptopórticos de Arlés

Si eres un amante de la historia y los misterios no puedes perderte la oportunidad de visitar los Criptopórticos de Arlés.

Se trata de un conjunto de galerías subterráneas en forma de herradura, que datan del año 46 a.C. y, fueron construidas para consolidar el Foro Romano, que fue construido en una zona en pendiente que hubo que nivelar.

Podrás recorrer pasadizos oscuros y húmedos a unos 6 metros bajo tierra, con bóvedas y pilares que hacían de estructura sostén.

¿Qué uso tenía? Todavía no se sabe con certeza, pero podría haber sido un almacén o incluso celdas para esclavos. Aunque su propósito sea desconocido, son consideradas como una de las mejores conservadas del mundo, por lo que han sido reconocidas por la UNESCO.

Para visitar los Criptopórticos de Arlés tendrás que entrar al Ayuntamiento de Arlés, que es donde se encuentra el acceso, para descubrir este lugar único e insólito que ofrece la antigua ciudad romana.

Los Alyscamps

Situados a las afueras del casco antiguo de Arlés, los Alyscamps o «Campos Elíseos» fueron una antigua necrópolis romana hasta finales de la Edad Media.

Este antiguo cementerio floreció durante la cristianización de la necrópolis, en torno a las reliquias de Saint-Trophime y la tumba de Saint-Genes. Con el tiempo, los Alyscamps se convirtieron en una parada imprescindible del peregrinaje a Santiago de Compostela.

Sin embargo, el traslado de las reliquias de Saint-Trophime a la catedral en 1152 provocó el declive del lugar y las lápidas fueron utilizadas como piedras de construcción por los monjes.

El lugar, que alberga decenas de tumbas y mausoleos, fue fuente de inspiración para pintores famosos como Van Gogh y Gauguin, que acudían para pintar estos románticos “Campos Elíseos” de Arlés y, también se menciona en el Infierno de Dante.

Aquí puedes disfrutar de un tranquilo paseo entre los pinos y sarcófagos o hacer una visita guiada para descubrir la magia del lugar. Podrás ver numerosos sarcófagos de piedra, dispuestos a lo largo de una nave central, y la iglesia románica de Saint-Honorat, construida en el siglo XII y dedicada a Saint-Genes, primer mártir de Arlés, que fue enterrado en esta necrópolis en el siglo III.

No te lo pierdas, es de lo más sorprendente que encontrarás en Arlés.

Las Termas de Constantino

Las Termas de Constantino de Arlés fueron construidas por el Emperador Constantino en el siglo IV d.C., en la época en la que instaló en la ciudad una de sus residencias y uno de los talleres para acuñar moneda del imperio.

Las termas romanas de Arlés se encuentran entre las mejores conservadas de Francia y son las más grandes que se conservan en la Provenza. Fueron clasificadas como monumento histórico en 1840 y como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1981.

Las termas tenían una superficie de 3.750 metros cuadrados, de los cuales se conservan unos 1.100 metros cuadrados. Entre sus restos se pueden ver los muros del tepidarium (sala caliente) y el ábside semicircular del caldarium (sala caliente) con su hipocausto (sistema de calefacción por suelo radiante).

En su época los baños de Constantino eran usados tanto por hombres como por mujeres, que acudían no sólo para bañarse sino también para conversar, pero debían acudir en días y horas diferentes.

Puedes hacer la visita por libre o elegir una visita guiada, para descubrir más acerca del lugar, y aprender el funcionamiento de los hipocaustos, que servían para calentar las diferentes estancias.

Para conocer el patrimonio medieval de Arlés deberás dirigirte hasta su plaza principal.

Plaza de la República – Place de la République

Uno de los lugares que tienes que ver en Arlés es su plaza principal, la Plaza de la República, que se encuentra en el corazón de la ciudad. La antigua Place Royale (Plaza Real) alberga varios monumentos y edificios de diferentes estilos y épocas, además de la iglesia de Saint-Trophime, que describiré detalladamente a continuación.

El Hôtel de Ville o Ayuntamiento

Es un edificio con una bonita decoración, que fue construido en 1675 según los planos de Hardouin-Mansart, el arquitecto del Palacio de Versalles. Junto al edificio destaca la torre del reloj del siglo XVI, de estilo renacentista.

La Iglesia de Santa Ana – Église Sainte-Anne

Una iglesia del siglo XVII, que se ha convertido en un espacio de exposiciones.

El Obelisco

Aunque actualmente se encuentra en la Plaza de la República, su emplazamiento original fue el antiguo circo romano, situado junto al Museo Departamental de la Arlés Antigua.

Antigua Catedral y Claustro de Saint-Trophime

La catedral de Saint-Trophime de Arlés es una de las más bellas del arte románico provenzal. Se construyó entre los siglos XI y XII sobre un santuario carolingio, que a su vez sustituyó a un edificio más antiguo, posiblemente un templo romano.

Su fachada esculpida, no sólo es uno de los ejemplos más notables de la escuela románica provenzal, sino del románico de todo el mundo. Alberga una representación del Juicio Final, que te dejará con la boca abierta. Destaca también el Pantocrátor, rodeado de las figuras de los evangelistas, que es una de las esculturas más bellas del arte románico.

En su interior, de tres naves, destaca la sencillez de la altísima nave románica central, que contrasta con el coro gótico. Allí se conservan las reliquias de San Trófimo, primer obispo de Arlés, que anteriormente se encontraban en la necrópolis de Alyscamps. Entre otras joyas del interior de la iglesia se pueden admirar tapices de Aubusson del siglo XVII, varias pinturas, y sarcófagos paleocristianos.

Esta catedral fue testigo de muchos acontecimientos históricos, entre ellos, la coronación del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja.

Además de la portada, lo más famoso de la catedral de Arlés es su claustro, construido entre los siglos XII y XIV que es, sin duda, el más bello de la Provenza. Para acceder al claustro deberás salir de la iglesia y, en la plaza, dirigirte a mano izquierda hasta encontrar el Palacio Arzobispal, cuyo patio deberás atravesar hasta llegar al claustro.

El claustro, declarado Monumento Histórico en 1846, también forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

De las cuatro galerías del claustro, dos son románicas del siglo XII y las otras dos góticas del XIV y, en ellas podrás observar los preciosos capiteles historiados de sus columnas. Fíjate en los soberbios pilares de las esquinas de la galería norte, con sus preciosas y delicadas esculturas.

Antes de terminar la visita al claustro, no olvides subir hasta la terraza superior, para admirar las vistas desde allí.

Sin duda, tanto la catedral como el claustro de Saint-Trophime son dos de los monumentos imprescindibles que todo visitante tiene que ver en Arlés, para conocer el patrimonio medieval de la ciudad.

Plaza del Foro – Place du Forum

Aunque lleve ese nombre, la Plaza del Foro no se encuentra situada en la ubicación exacta del antiguo Foro romano, ya que estaba situado un poco más al sur.

La actual Plaza del Foro era la antigua «Place des Hommes«, donde los jornaleros acudían a ofrecer su trabajo a los terratenientes. Está dominada por la estatua de Frédéric Mistral (Premio Nobel de Literatura en 1904) y es el corazón del ocio de la ciudad, con sus terrazas de cafés.

Aquí podrás ver el Café Van Gogh, que es el mismo que representó el pintor en 1888 durante su estancia de un año en Arlés. Es una curiosidad más de Arlés, pero no te recomiendo para nada acudir a él, las críticas no son nada buenas.

En esta misma plaza fíjate en la fachada del hotel Nord-Pinus, descubrirás dos columnas corintias que sostienen los restos de un frontón, que pertenecieron a un templo del siglo II. El hotel Nord-Pinus es una buena opción para alojarte en Arlés si te gustan los lugares con historia, ya que ha alojado a famosos como Picasso, Hemingway, Churchill, Christian Lacroix, María Callas…

El Museo Departamental de la Antigua Arlés

Si te gusta la historia y la arqueología y, dispones de tiempo, no puedes dejar de visitar el Museo Departamental de la Antigua Arlés, es una excelente oportunidad de conocer la historia de Arlés a través de una rica colección de objetos encontrados en la ciudad.

Posee unos 1700 objetos, entre sarcófagos de los Alyscamps, mosaicos, estatuas del antiguo teatro, una maqueta de las termas romanas, ánforas y multitud de objetos de la vida cotidiana en la época romana.

Pero si sólo puedes ver dos objetos, no te pierdas el busto de César, una talla encontrada en el Ródano, que es el busto más antiguo de Julio César y el único que se realizó en vida de este. Y, una barca romana de fondo plano de 30 metros de eslora, que también fue hallada en el Ródano y es una de las mejores conservadas del mundo.

La ruta de Van Gogh en Arlés

Vincent Van Gogh se instaló en Arlés entre febrero de 1888 y mayo de 1889, y durante su estancia el pintor neerlandés realizó más de 300 dibujos y pinturas, entre las que están sus obras maestras más bellas.

Puedes seguir los pasos de Van Gogh a través de una ruta que te llevará por 10 lugares pintados por el artista durante su estancia en la ciudad. Cada lugar en el que Van Gogh instaló su caballete para pintar está señalizado con un cartel en el que se puede ver el cuadro que pintó en ese sitio. Entre ellos se encuentran:

• La Plaza del Foro, donde pintó “Terraza de café por la noche” (Le Café le Soir),
• La plaza Lamartine, el lugar elegido para “La Casa Amarilla” (La Maison Jaune), que es la casa que alquiló en Arlés y, donde estaba la habitación que inmortalizó en el famoso cuadro que se encuentra en el Museo Van Gogh de Ámsterdam. Por desgracia la casa ya no existe, porque fue destruida por un bombardeo en 1944.
• La calle Mireille, para “El viejo molino” (Le vieux moulin)
• El muelle del Ródano, lugar desde el que pintó “La noche estrellada”.

Hay otro lugar relacionado con Van Gogh que puedes visitar:

El Espacio Van Gogh – L’espace Van Gogh

Se encuentra ubicado en el antiguo Hôtel-Dieu de Arlés, un hospital construido en el siglo XVI donde el artista fue internado tras cortarse una oreja.

Durante su convalecencia pintó aquí varios cuadros y dibujos, entre ellos «El jardín del asilo de Arlés«. Podrás recorrer este florido jardín y comprobarás que sigue manteniendo el mismo aspecto que en el cuadro.

Además de los jardines, hay un espacio cultural que acoge diversas exposiciones, un restaurante, una tienda de souvenirs y también ha sido la sede del Festival Fotográfico de Arlés. El acceso al jardín es gratuito y está abierto todo el día.

Museo Réattu

Si te apasiona el arte, te recomiendo visitar el Museo Réattu o museo de Bellas Artes. Se encuentra ubicado en el edificio que albergaba el Gran Priorato de la Orden de Malta. El museo está dedicado al pintor neoclásico Jacques Réattu, que además de ser natural de Arlés, pintó muchas de sus obras en la ciudad.

Además de su colección personal, el Museo Réattu alberga unos cincuenta dibujos de Picasso, que fueron donados por el propio artista, que visitó Arlés en varias ocasiones.

¿Dónde comer en Arlés?

La Comédie

Este restaurante bistronómico ofrece una cocina creativa y deliciosa, con productos frescos de mercado y platos elaborados con pasión, un servicio profesional, una amplia carta de vinos y una gran relación calidad-precio. La sumiller te ofrecerá excelentes consejos para acompañar los platos con los mejores vinos.

Dirección: 10 boulevar Georges Clemenceau, Arles

Le Constantin

Situado en una calle tranquila, es un restaurante con un menú reducido, para ofrecer una garantía de calidad y frescura de los productos. Los platos son muy abundantes y sabrosos, pero las carnes y pescados que se ofrecen están excelentemente cocinados, las verduras y las guarniciones son excepcionales en su sabor y diversidad y los postres son deliciosos.

Dirección: 6 Rue du Sauvage, Arles

Le criquet

Gran restaurante situado cerca del anfiteatro. Aquí podrás disfrutar de una excelente cocina local y platos caseros en un ambiente cálido. Que no te engañe lo reducido de su espacio, en el primer piso también disponen de otro comedor.

Dirección: 21 rue Porte de Laure, Arles

¿Cómo llegar a Arlés?

Arlés no dispone de aeropuerto, el aeropuerto internacional más cercano es el de Marsella-Provenza, a 54 km. Un autobús, LeBus+13 que cuesta 1,20€, conecta en 5 minutos el aeropuerto y la estación de tren de Vitrolles, desde ella puedes tomar un tren TER con destino a Arlés.

Como los precios de los vuelos a Marsella varían mucho, es conveniente utilizar un comparador de vuelos, para asegurarte de obtener el mejor precio. Nosotros utilizamos el comparador de Skyscanner.

Pero, si llegas a Arlés en avión, lo mejor es alquilar un coche para llegar a la ciudad desde Marsella. Sin él, será difícil descubrir los alrededores. Te recomiendo que utilices el comparador de Auto Europe, que te permite comparar los precios de todas las empresas de alquiler y ver cuál tiene mejor reputación.

Si no te apetece alquilar un coche, puedes visitar Arlés mediante una excursión organizada desde Marsella que, además, te permitirá conocer otras dos ciudades: Saint-Rémy-de-Provence y Les Baux-de-Provence. Desde aquí puedes reservar esta excursión:

Reservar una excursión a Arlés, Saint-Rémy-de-Provence y Les Baux-de-Provence desde Marsella

También puedes llegar en tren desde París, hay 2 trenes TGV directos (de alta velocidad) al día de París a Arlés (poco más de 4 horas) y trenes regionales TER desde muchas ciudades francesas.

Te recomiendo consultar los horarios y tarifas de los trenes en la página web oficial de SNCF.

Qué ver cerca de Arlés

La abadía de Montmajour

A unos 6 kilómetros de Arlés encontrarás la Abadía de Montmajour, uno de los monasterios más antiguos de Francia, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Esta preciosa abadía se remonta al siglo X, fue fundada por monjes benedictinos y se ha conservado gracias al pintor Jacques Réattu.

Entre sus maravillas arquitectónicas, destaca su iglesia abacial, su cripta, su claustro románico del siglo XII y su imponente monasterio de Saint Maur. Durante el recorrido por la Abadía no olvides subir a la Torre del Abad (124 escalones), para disfrutar de unas impresionantes vistas.

Esta abadía ha sido fuente de inspiración para famosos artistas como Vincent Van Gogh, y acoge regularmente actos culturales. Si vas a visitarla te recomiendo que compres tu entrada anticipadamente, sobre todo, en temporada alta. Desde aquí puedes comprarla:

Parque Natural Regional de la Camarga

La Camarga es una de las joyas naturales de Francia menos conocidas. Alberga impresionantes dunas, extensos arrozales, estanques y marismas. Aquí se encuentra uno de los principales lugares de nidificación de flamencos rosas de Francia. La Camarga es, además, el hogar de caballos y toros camargueses, que viven de forma semilibre en manadas.

Puedes explorar el parque a pie, en bicicleta, a caballo… Si lo prefieres, hay excursiones organizadas desde Arlés a la Camarga en 4×4, para disfrutar de una experiencia única. Esta excursión incluye paradas para ver caballos de la Camarga, toros, aves y una parada en Saintes-Marie-de-la-Mer, la capital de la región. Aquí puedes hacer tu reserva:

Fontvieille

El pueblo de Fontvieille es uno de los más famosos para visitar cerca de Arlés. Allí se alojó Alphonse Daudet, un escritor del siglo XIX muy famoso en Francia, y escribió una de sus principales obras: «Lettres de mon moulin» (Cartas desde mi molino).

Un paseo de 45 minutos te llevará a visitar los 4 molinos de viento del pueblo, incluido el famoso molino de Alphonse Daudet, que se puede visitar.

En Fontvieille, también podrás visitar el Castillo de Montauban, donde Daudet se alojó durante sus vacaciones en la Provenza. Convertido en museo, el castillo relata la historia del pueblo, pero una pequeña parte también está dedicada al escritor.

Les Baux-de-Provence

Sin lugar a dudas, Les Baux-de-Provence es uno de los pueblos con más encanto para visitar cerca de Arlés. Sus calles empedradas, sus típicas casas de piedra y su castillo dominando la Provenza, hacen de este pueblo uno de los más visitados de la zona. El castillo, además, merece una visita por el precioso panorama de los Alpilles y el Val d’Enfer.

Se proponen salidas organizadas desde Arlés con transporte y guía por los Alpilles y paso por Les Baux-de-Provence. El precio también incluye una degustación de aceite de oliva y una visita al molino. Esta excursión es la mejor opción si no dispones de coche. Puedes reservarlo desde aquí:

Las Carrières de Lumière

A sólo 5 minutos caminando del pueblo de Baux-de-Provence se encuentran las antiguas canteras de Lumière. En ellas se ha instalado una exposición multimedia de 7000 m², que presenta proyecciones de obras de arte con casi 15 metros de altura. La experiencia visual y auditiva es muy impactante, te gustará aunque no seas un entendido en arte, y las exposiciones cambian cada año.

Parque Natural Regional de los Alpilles

Otro de los espacios naturales que se encuentran en los alrededores de Arlés es el Parque Natural Regional de Alpilles, un paraíso con una belleza natural única. El macizo de los Alpilles se formó durante el levantamiento de los Pirineos y los Alpes y a sus pies los paisajes son ricos en olivares, viñedos, pueblos y una amplia diversidad de fauna y flora.

El parque es también un destino ideal para los amantes del senderismo, la escalada, el ciclismo y la equitación. El pueblo de Baux-de-Provence y su castillo contribuyen a la magia del lugar. Además, se han descubierto varios yacimientos arqueológicos, como el Oppidum des Caisses de Jean-Jean y el acueducto romano de Barbegal, que suministraba agua a la ciudad de Arlés.

Si no dispones de coche hay una excursión que parte de Arlés y te lleva en 4×4 a recorrer los Alpilles y el precioso pueblo de Baux-de-Provence, desde aquí puedes hacer la reserva:

Reservar la excursión al Parque Regional de los Alpilles en Safari en 4×4 desde Arlés

Otros lugares interesantes del departamento de Provenza-Alpes-Costa Azul